Abono Foliar y Aminoácidos para cuidar tu campo.

AMINOÁCIDOS

Bioestimulante de orígen orgánico natural, potenciador del rendimiento y calidad del fruto. Ideal para prefloración y desarrollo vegetativo y del fruto.

Producto contenido aminoácidos, rico en Nitrógeno y Potasio, es un activador de los procesos biológicos. Aplicado al suelo favorece el enraizamiento, incrementa la producción y fructificación, favorece una mayor asimilación de macro y micro nutrientes y aumenta la masa vegetal.

El uso de bioestimulantes en agricultura tiene beneficios directos en el cultivo tratado. Sirven para gestionar mejor situaciones extremas y alcanzar la excelencia del cultivo. Son cada día más valorados y utilizados para proteger y rentabilizar los cultivos en situaciones de estrés o para ayudar al cultivo en momentos críticos de su desarrollo. 

Además del aporte de fertilizantes para conseguir una nutrición equilibrada, en el olivar tiene otras necesidades complementarias e iguales de importantes. Es aquí donde entran en juego los bioestimulantes. Su efecto repercute de forma positiva en el rendimiento y calidad de la cosecha así como en la “resiliencia” del árbol sometido a distintos tipos de estrés abiótico, aportando la capacidad de resistencia y recuperación a situaciones límite. Además, en fases fenológicas determinadas como por ejemplo la floración, el cuajado, el engorde de la aceituna o su maduración, el olivo puede tener un aumento significativo de necesidades. En estos estados, es cuando hay que actuar para cubrir las necesidades metabólicas de la planta con ayuda de los bioestimulantes.

En función de la fase fenológica en la que se encuentre el olivo, el bioestimulante debe ser el compañero de otro agente nutricional como por ejemplo nuestros abonos equilibrados como son la gama Tramafol. 

Al inicio de la actividad vegetativa, el bioestimulante deberá ser el complemento de un fertilizante nitrogenado. En periodo de prefloración, deberá utilizarse con un formulado más alto en fósforo. Y en fase de engorde o maduración de la aceituna, el nutriente más relevante será el potasio, igualmente acompañado de un bioestimulante adecuado.

Los bioestimulantes “son productos con un valor añadido, que provienen de la investigación y de la innovación, por lo que tienen un precio algo más alto que los fertilizantes pero que el agricultor verá rentabilizado en su cosecha”. Por tanto, el uso de bioestimulantes nunca supondrá un coste para el agricultor, sino más bien una inversión.

ABONO PARA OLIVAR

Tramafol Olivo contiene los 3 elementos principales para la nutrición vegetal. Nitrógeno, Fósforo y Potasio, aportando una nutrición completa y equilibrada de macroelementos, un equilibrio optimo para la nutrición del cultivo durante las etapas de crecimiento y floración de la planta, se puede utilizar en todos los cultivos y estando especialmente recomendado para olivar en tratamiento de floración.

Nitrógeno: Conviene aportarlo en mayor proporción en primavera-verano, cuando hay mayor demanda debido al crecimiento vegetativo.

Fósforo: Se puede fraccionar en cantidades prácticamente iguales durante toda la campaña.

Potasio: Se deberá aportar en mayor proporción cuando el hueso comience a endurecerse hacia finales de verano y especialmente en otoño. De este modo se suple la gran demanda de este nutriente por parte del árbol mientras crece el fruto. Así se garantiza que el árbol no queda desabastecido de potasio y no afectará al desarrollo vegetativo y productivo de la próxima campaña.

Para crear un buen plan de fertilización hay que contar con que las necesidades nutricionales del olivo son estacionales. Durante la parada de invierno y verano absorbe pocos nutrientes. De ahí que lo más recomendable sea realizar un abonado de fondo para la autosuficiencia del campo en periodos de baja demanda se recomienda un abonado de fondo durante el invierno en el suelo y suplementar con el abono foliar para olivos en momentos de alta demanda o carencias puntuales.

Para alcanzar el potencial productivo de los árboles es normal que deban corregirse carencias de microelementos. Estos deberán aplicarse mediante abonos foliares, que es el método más recomendado. 

Cuando los olivos se encuentran en el momento de brotación se podrían incluir abonos foliares ricos en nitrógeno en los tratamientos de salida de invierno y primavera. Más tarde, se puede añadir fósforo y potasio para favorecer que cuaje y engorde el fruto. De hecho, en los momentos de alta demanda una suplementación foliar funciona muy bien, ya que se trata de poner a disposición de la planta los elementos necesarios para su crecimiento.

En Agro Servicio Jesus Toro ponemos a disposición todas nuestras herramientas y Asesoramiento Técnico para hacer su finca más eficaz y rentable.

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